Cuando el dolor se hereda, la empatía llega a sanar generaciones. Porque para descubrir la luz, primero hay que haber atravesado la oscuridad, este es un capítulo donde aprendemos que muchas veces el sanar viene de la mano del cariño, la familia, y una conversación.
El dolor es un síntoma de que algo no anda bien y puede hacer que nuestra vida cambie completamente. Pero no hay dolor, sin sanación. Conoce las historias de diferentes personas que nos narran su experiencia para sobrellevarlo.