Un dolor de infancia puede ser una lección de vida. Cuando un accidente cambia tu destino y todo se vuelve cuesta arriba, es fundamental el apoyo de quienes amamos para sanar el dolor físico, reinventarnos y descubrir nuestras fortalezas.
El dolor es un síntoma de que algo no anda bien y puede hacer que nuestra vida cambie completamente. Pero no hay dolor, sin sanación. Conoce las historias de diferentes personas que nos narran su experiencia para sobrellevarlo.