En Argentina la contundencia del triunfo del libertario Javier Milei, casi doce puntos de ventaja, fue realmente sorprendente. No ganó Milei. Arrasó. Dejó al peronismo como triunfador en solo tres provincias y le dio a la derecha argentina una victoria resonante. Aunque no estuvieron en el escenario anoche, Macri y Bullrich, los representantes de esa parte de la derecha tradicional que apoyó a Milei en la segunda vuelta, ganaron la partida a un sector del antiperonismo que, desde ya se manifiesta como opositor al nuevo gobierno y que dio por fenecida anoche mismo la alianza que los contuvo estos últimos años. Milei dijo en su moderado discurso de anoche que hoy comienza la reconstrucción de Argentina. Dijo que no hay vuelta atrás para el fin del modelo empobrecedor y sin nombrar la dolarización ni el fin del Banco Central, que en realidad no se va a terminar, afirmó convencido que no hay lugar para el gradualismo ni las medias tintas y prometió convertir a Argentina en una potencia mundial en el 2060.
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